Le dan dirección al futuro de los jóvenes

«Cada niño es una historia que ha pasado dentro de los equipos, y es el porqué seguimos manteniéndonos fijos, y con esta misión y visión»

Roberto Cruz Tovar

Para esta entrada decidimos hablar con Roberto Cruz Tovar, un alumno de Ingeniería en Tecnologías Electrónicas y Robótica, y del programa Formar para Transformar de la Universidad de Monterrey, sobre su proyecto social Centro de Innovación Robótica e Inspiración (CIRI). Probablemente creerás que todo gira en torno a la robótica, pero sorprendentemente no es así.

Competencia FIRST LEGO League (fuente: CIRI)

Desde septiembre del 2017 Roberto y su amigo Miguel Cortez decidieron usar la robótica como escusa para enseñar a jóvenes de entre 12 y 18 años, específicamente del área de Pueblo Nuevo, Apodaca (una de las colonias más conflictivas de Nuevo León) habilidades esenciales para la vida, y mostrarles que tienen más opciones para que no recurran a cosas como pandillerismo, drogas y alcohol.

Roberto a la izquierda y Miguel a la derecha, con su equipo CIRI (fuente: CIRI)

¿Cómo hacen esto?

Roberto y Miguel son ex-competidores de robótica, por lo que ahora ellos comparten sus conocimientos a las nuevas generaciones que se están formando a través de CIRI para participar en la competencia de FIRST LEGO League. Su objetivo es preparar a los jóvenes por medio de disciplina y valores, y para esto los adolescentes no tienen que ser fanáticos de la robótica, pues hay otros ámbitos en los que pueden participar, como finanzas y mercadotecnia.

(Fuente: CIRI)

Más de 100 alumnos han pasado por su equipo de robótica, y muchos de ellos cuando entran a prepa regresan como voluntarios para mentorear a las siguientes generaciones para inspirar a más jóvenes como ellos fueron inspirados.

Modelo pedagógico de CIRI

Muchas veces los que les llama la atención a los jóvenes es la posibilidad de viajar que CIRI les da, como fue el caso de un muchacho que era el bully de su secundaria, hasta que un día escuchó sobre CIRI, la competencia, y el posible viaje a Houston, Texas si ganaban, por lo que decidió entrar. Empezó a esforzarse mucho en el área de programación de los robots y fue reconocido nacionalmente.

Aunque su equipo no calificó, otro de los equipos de CIRI sí lo hizo, y lo invitaron a Houston con ellos. Al preguntarle por qué siempre había querido ir ahí, él respondió que cuando estaba en primaria, su papá se tuvo que ir «de mojado» a Houston para trabajar, y no lo había vuelto a ver, y al escuchar que la competencia se llevaba a cabo ahí lo vio como su oportunidad de reencontrarse después de muchos años.

Creemos que después de escuchar esto todos estarán de acuerdo con Roberto que este proyecto no solo es robótica, son oportunidades y sueños que sí se pueden cumplir… su oportunidad para cambiar el rumbo de su vida.

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